Llega Gangsters maricas

Posted in Books, Movies with tags , on 19/11/2022 by doctorinsermini

Amigos y amigas, vuelvo al blog para presentaros mi nueva publicación ‘Gangsters maricas: Extravagancia y furia en el cine negro’. Un ensayo en el que rastreo las apariciones de este singular personaje y trazo una cronología alternativa del género negro que empieza en los años 30 del cine americano y termina en el cambio de siglo. La obra está editada en un espectacular formato tabloide y se compone de tres volúmenes que se venden conjuntamente. La ilustraciones son obra de Álex Tarazón. Disponible en la tienda de CinefiliaPop https://cinefiliapop.bigcartel.com/product/gangsters-maricas-extravagancia-y-furia-en-el-cine-negro

AMERICAN NIGHTMARES

Posted in Books, Movies with tags , on 18/12/2019 by doctorinsermini

AMERICAN NIGHTMARES

Ya está disponible mi libro dedicado al universo de las TV Movies que tanto me ha influido. Cómpralo en mi bigcartel.

Champion zine

Posted in Movies with tags , , on 22/10/2019 by doctorinsermini

bigcartel 5bigcartel 2bigcartel 4Ya está disponible el nuevo noirzine de la que colección empecé allá por 2014. Se llama CHAMPION y ha quedado estupendo. No me importa decirlo. A la venta AQUÍ.

Heteradas

Posted in Movies with tags , on 26/08/2019 by doctorinsermini

vlcsnap-2019-08-26-08h55m23s098vlcsnap-2019-08-26-08h55m28s344vlcsnap-2019-08-26-08h55m40s803

A los 4 minutos de empezar, Too Old to Die Young (2019. NWR) nos regala esta perla de diálogo. Dos policías hablan entre ellos sobre el infierno al que se ven abocados por culpa de ellas, las mujeres. Claramente, la película serie descubre desde el principio el juego que se traerá en uno de sus niveles más relevantes. Poner esas líneas de diálogo nada más empezar – en la era del #metoo– sólo puede verse como un desafío. Refn apela a la inteligencia del espectador. Sabe que algunos continuarán, otros resoplarán indignados y no terminarán el capítulo. NWR se sabe en el punto de mira y, consciente de que no puede ignorarlo, se lanza a proyectar su visión al respecto. Los gender values de TOTDY son mucho más irónicos, agudos y juguetones que los que expuso Guillermo del Toro en su Forma del agua. Tristemente, del Toro apoyaba la idea retrógada de que las ficciones ahora deben ser inclusivas PORQUE SÍ, ignorando del todo si procede o no que esto influya en el diseño de personajes y en las dinámicas de relación que se dan entre ellos. En su película, había una muchacha sordomuda, un amigo maricón, una amiga negra y gorda, un monstruo venido del agua. Todos ganan. Un canto a la diferencia. Un señalar al gay como monstruo, diría yo. El juego de Refn es mucho más interesante.

Como sucede siempre, cuando algún tema acapara titulares y llega al mainstream, significa que ya es viejo. Mientras la prensa encadena articulitos sobre el metoo, y lleva a cabo su particular caza de brujas, la realidad es que a pie de calle, todo esto ya está vivido. Mirad si no a vuestros hijos, sobrinas, de 15 años. Sólo hablan de poliamor y repudian las etiquetas de género casi de manera instintiva. El modelo Zendaya se ha impuesto. El viejo orden, el de los heteros y los maricones es viejo. Refn lo sabe y su ficción se sitúa en ese futuro que ya ha llegado. Es bonito ver cómo pisando un terreno tan hetero -el de los narcos y los polis- TOTDY resulta tan poco hetera. Casi se diría que NWR ha aprovechado la serie para sacudirse él mismo miedos y prejuicios propios del Refn machirulo. Un ejercicio de lo más saludable. Algo que la vieja guardia hetera no se atrevería a hacer. Yo no me imagino a Scorsese filmando a un hombre cuasidesnudo tomando el sol como si fuera una hermosísima pantera. Muchos rancios llamarán a Refn maricón por cosas como esta y, muy posiblemente, continúen viendo la serie porque ES UNA PUTA MARAVILLA, pero lo harán con un runrún constante, machacón, un poso de incomodidad que no logran espantar.

Este runrún también lo puedo sentir yo, pero de otra manera, de una manera opuesta. Está detrás del hecho de que los dos productos que más he disfrutado este verano sean dos HETERADAS como Once Upon a Time in Hollywood y la aquí presente TOTDY. Cuando se acercaba el estreno de la de Tarantino le pregunté a una amiga si tenía ganas de verla. Su respuesta fue contundente. Resopló y dijo: «ufff, ¡menuda heterada!» Una respuesta nada extraña en el ambiente en el que me muevo. Nos gusta ver caer al machito de toda la vida. Verle desubicado y clamando en el desierto sobre lo injusta que es su vida. Para qué negarlo. Yo lo disfruto. Pero eso no impide que en cuestiones de cine, lecturas y demás sea openminded y evite eso de que el criterio discriminante sea la orientación sexual del director. En el mundo gay está muy extendido lo que un amigo audaz denomina el «menú maricón». Sólo atienden a productos que tengan algún gay interest. Yo esto no lo entiendo porque en mi vida me he nutrido mucho de cultura hetera. Será porque ya paso de los 40 y he conocido lo anterior, pero si disfruto leyendo a Simenon o a Jim Thompson, no dejo de leerles porque se acostaran con mujeres.

too

Me da un poco de rabia el «menú maricón». Pasar de la de Tarantino o de la serie de NWR me parece estúpido. Además, NO son heteradas. Las heteradas son otra cosa, son The Big Lebowskiel cine español para cuñados y manaders. Los medios han recibido la película de QT con las garras afiladas. No digo la crítica, me refiero a la prensa convencional, vendida desde hace mucho al click bait. Hemos visto desfilar un rosario de artículos sobre lo malvado que es Tarantino. Sobre su cruel ensañamiento con la mujer. The Guardian ha dicho que esto DEBE parar. ¿Qué hacemos ahora? ¿Obviamos esos cantos a la mujer que son Jackie Brown, Kill Bill o Death Proof? Un machirulo NO hace eso. Hace Fast and Furious.

heteradas

He titulado el post «heteradas» porque antes una película podía no gustarte porque te parecía aburrida, tonta o simplemente porque era una mala película. «Es una heterada» se ha instalado con fuerza en los nuevos baremos de la gente. Tanto en cine como en las demás artes. Sé de gente que no escucha a Confeti de odio, porque son UNA HETERADA. En este momento, el talento, es secundario. Las visiones discordantes, molestan. Ved Too Old to Die Young, por favor. Es el primer gran neonoir del siglo XXI.

Peinando a Marnie

Posted in Movies with tags , , on 12/08/2019 by doctorinsermini

vlcsnap-2019-08-12-09h18m00s694vlcsnap-2019-08-12-09h18m03s568vlcsnap-2019-08-12-09h18m07s072vlcsnap-2019-08-12-09h18m10s074vlcsnap-2019-08-12-09h18m13s913vlcsnap-2019-08-12-09h18m16s955vlcsnap-2019-08-12-09h18m17s703vlcsnap-2019-08-12-09h18m19s757vlcsnap-2019-08-12-09h18m20s626vlcsnap-2019-08-12-09h18m23s546vlcsnap-2019-08-12-09h18m30s641

Marnie mira como su madre peina a una niña, vecina del barrio. Por su expresión entendemos que a ella nunca la peinó. Hay mucho niveles en la película, generalmente despachada como obra fallida, fracaso comercial incluído. Es sin embargo una película en la que Hitchcock desnuda a su protagonista pero sobre todo se desnuda él mismo. Es un ejercicio poco o nada pudoroso – no entraré en que vista hoy resulta del todo condenable: el macho domando a la mujer frígida con un buen pollazo. Dudo mucho que exista una película comparable por la forma tan radical de filmar a su protagonista, y es que solo un británico -eduardiano, decía la guionista de Marnie Jay Pressson Allen- podía sublimar su obsesión sexual de una forma tan ¿elegante?. No, elegante, no. ¿Sutil? Tampoco. Por más que la audiencia media no pille nada de lo que está contando de verdad la película. Es un ejercicio pornográfico. Más pornográfico que lo que podáis encontrar en pornhub y similares. Hay algo aberrante en la forma en la que Hitch filma a su protagonista. El suyo es un código privado pero no tan críptico.

vlcsnap-2019-08-12-08h45m23s820vlcsnap-2019-08-12-08h46m04s717vlcsnap-2019-08-12-08h46m21s689vlcsnap-2019-08-12-08h45m41s805Hay mucha tela que cortar en Marnie, o mucho pelo. Es divertido observar todo el juego de peinados, pelucas, tintes, que hay en la película. También con la ropa. El fetichismo de Hitch, ya lo sabemos, es más de vestir que de desvestir. Una forma de erotismo que hoy día no está de moda, pero que a mí me gusta. Observar a su estrella, Tippi, dejarse hacer, resulta a veces incómodo. Sabemos de donde nacen sus gestos, sus reacciones. Sabemos quien la peina, quien la despeina, quien la viste. De verdad nos sentimos como el peepin tom, como el voyeur del que Hitchcock habló en La ventana indiscreta. No conviene nunca revelar un misterio, así que en lugar de escribir sobre Marnie y sus recovecos, prefiero desplegar el juego de peinados según yo lo he visto.

vlcsnap-2019-08-12-08h31m21s516vlcsnap-2019-08-12-08h31m23s436marnie 2marnie 3vlcsnap-2019-08-12-08h36m20s668vlcsnap-2019-08-12-08h27m04s416vlcsnap-2019-08-12-08h26m07s105vlcsnap-2019-08-12-08h41m38s126vlcsnap-2019-08-12-08h44m15s697vlcsnap-2019-08-12-08h44m24s034vlcsnap-2019-08-12-08h51m15s259vlcsnap-2019-08-12-08h52m57s735vlcsnap-2019-08-12-08h53m33s436

Frecuencia basura

Posted in Movies with tags , on 06/05/2019 by doctorinsermini

Nos ha quedado un programa épico sobre el Espíritu Waters. Pincha aquí para escucharlo.

De ratas y hombres

Posted in Movies with tags , , on 25/03/2019 by doctorinsermini

vlcsnap-2019-02-27-15h06m24s448vlcsnap-2019-02-21-15h22m51s047vlcsnap-2019-03-14-16h16m15s841vlcsnap-2019-03-14-16h18m57s252vlcsnap-2019-03-16-10h15m34s773

Sólo dos programas grabados del podcast Vigilante y el cine ya ha empezado a hablarnos. El primero dedicado a la presencia de las ratas en el cine, muy especialmente a una moda fugaz que se dio en los años 80 y que revelaba la conexión más o menos consciente entre humanos y roedores. Un tema que da más juego de lo que pueda parecer. Además de desplegar una playlist en relación a él, aprovechamos para sondear esos vínculos no escritos en la rata y el hombre, más bien el hombre de éxito, hasta alcanzar una conclusiones tan bizarras como verdaderas. Para el segundo programa escogimos la figura de Patrick Bateman, el protagonista de American Psycho, la novela de Brett Easton Ellis y nos servimos de él para hablar de un cierto subgénero que podemos llamar comedia financiera (muy) negra. Fue tan divertido como hablar de ratas y nos permitió meter en la coctelera un montón de nombres y referencias importantes para nosotros. En el camino el cine nos habló, y eso es lo mejor que te puede pasar cuando te sientas a ver películas. Vigilante somos Bullet Park y Dr. Insermini. Estamos en iVoox y en iTunes y queremos vuestra atención. Seguidnos en IG (@vigilantepod) o en Twitter.

El podcast!

Posted in Movies with tags on 05/03/2019 by doctorinsermini

VIGILANTE REDES

https://www.ivoox.com/33056099

Me he juntado con el amigo Bullet Park (IG bullet_park) para hacer un podcast. Ya está en iVoox el primer programa. En él hablamos sobre el terror a las ratas que experimentó el cine ochentero. Creo que esto me va a gustar. Go! Go! Go!

 

Gangsters zombies

Posted in Movies with tags , , on 19/02/2019 by doctorinsermini

RUBY 1

Que una película, cualquiera que sea el género al que pertenece, haga un giro hacia el terror siempre me parece una buena idea. Sabemos que mezclar comedia y terror y funciona, quizá por aquello de que son los dos polos de una misma emoción. Ahí está El baile de los vampiros para callarle la boca al más escéptico. O Evil Dead. Pero es aún mejor cuando el terror asoma en los géneros más inesperados. ¿Os imagináis que Interiores, de Woody Allen, terminara siendo una película de terror, con las  hermanas haciendo una ouija en la gran casa de la playa? No es tan descabellado. Alguien tan ajeno al terror como Robert Altman  filmó la estupenda That Cold Day in the Park, un melodrama introspectivo de pocos personajes que termina invocando a Psicosis o mejor Dementia 13. Hasta aparece la musa cormaniana Luana Anders en la escena más sangrienta. Son muchos los ejemplos. También son películas de terror el Moby Dick de Huston y Fedora de Billy Wilder. Pero me estoy desviando del tema del post: los gangsters zombies. Yo no sé vosotros pero a mí la idea de juntar la figura del gánsgter clásico con la del zombie me parece absolutamente electrizante. Algo inefable de tan bonito y evocador como resulta. ¡¡Gangsters y zombies!! Han sido dos las películas que me han regalado esta visión. La primera, Ruby [1977] dirigida por Curtis Harrington, con Piper Laurie en el papel estelar.

vlcsnap-2018-10-22-20h05m51s653vlcsnap-2019-02-19-11h43m05s411RUBY 4

Ahora que la película ha vuelto a la vida gracias a la edición en blu, después de años y años en los que no se podía tocar ni con un palo por culpa de las espantosas ediciones que pululaban por ahí. Pues bien, vista hoy, comprobamos que Ruby no es Carrie, como quisieron hacernos creer desde su mismo estreno. Lo de la niña poseída es un pegote que sirvió de reclamo para atraer a los espectadores con ganas de niñas diabólicas, más o menos poseídas. Y funcionó, puesto que fue un taquillazo. Harrington ni siquiera filmó estas escenas con la niña haciendo el pino-puente sobre la cama. Lo que cuenta realmente Ruby es la historia de una vendetta del pasado hacia una mujer y la banda que la protegía. Ruby (Piper Laurie) antigua aspirante a estrella del espectáculo, traicionó a su amante y lo entregó a la banda mafiosa, que lo tiroteó en los márgenes de un pantano hasta donde ella lo había atraído. Dieciséis años después, el muerto vuelve de la tumba para vengarse. Hay dos películas en Ruby, la que cuenta esta vendetta de ultratumba y el exploit que junta cosas de Carrie y El exorcista. La segunda tiene mucho menor peso y ocupa la menor parte de metraje, de forma que no consigue arruinar la primera, una película muy coherente con los intereses de Harrington, donde la nostalgia por el antiguo Hollywood y el protagonismo de una actriz como Piper la conectan directamente con ¿Qué le pasa a Helen? [1971]. Harrington, curtido en el cine de terror y gran nostálgico de la época dorada de los monstruos de la Universal aprovecha muy bien las conexiones entre dos géneros tan pop como el cine de gansgters y el de los vampiros o muertos vivientes. Los gangsters de la película, con arrugas y bisoñé no son tan diferentes de los zombies. Hay momentos de una belleza plástica muy rara, como toda la matanza en el autocine. Irónicamente el look decadente y esa música de jazz triste que suena en muchas escenas terminan convirtiendo esta película de terror en otra cosa, una historia íntima, como un adiós al cine clásico y a un tiempo que no volverá. Gracias a la edición en blu podemos comprobar que aún con su reducido presupuesto es una película ambiciosa y llena de logros, a la altura de las otras joyas retro de Harrington.

WALKING DEAD

Quizá Curtis Harrington usó como referencia otra película que se atrevió a mezclar zombies con gangsters unas décadas antes. The Walking Dead [1936] cuenta cómo un ex-presidiario (Boris Karloff) es engañado por una banda de gangsters y condenado a muerte por un crimen que no ha cometido. Cuando una joven pareja de científicos testifica en su favor alterando la versión de los hechos ya es demasiado tarde. Karloff acaba de morir electrocutado. Rápidamente el cadáver es trasladado al laboratorio donde trabajan y allí es milagrosamente devuelto a la vida por el entusiasta científico jefe. Karloff vuelve del otro lado con sus facultades mermadas, apenas sabe quien es ni qué le ha sucedido pero una clarividencia proyectada desde el más allá le guiará en su cruzada contra los gangsters. Lo mejor de la película son esas escenas robadas al género de terror donde vemos a los gangsters enfrentarse con un enemigo que no es la Ley ni una banda rival, es un zombie que se mueve muy despacio y al que las balas parecen no hacerle ningún daño.

THE WALKING DEAD

Esta mezcla de Buicks, tuxedos, night-clubs, tiroteos y monstruos es realmente explosiva. Adivinamos conexiones tácitas entre estas criaturas de la noche y nos deja con ganas de más. No es extraño que en los años 50 Ronald Kray saliera muy trastornado de un cine londinense cuando fue a ver el Dracula de la Hammer. Quizá se sintió identificado y superado por la visión un ser que como él estaba destinado a vivir en la oscuridad y que otorgaba a la muerte una belleza ritual y sangrienta. Hay ahí una gran película que todavía nadie ha escrito.

Dame una máscara

Posted in Movies with tags on 08/01/2019 by doctorinsermini

Cruel ironía del destino, ha sido netfliz, la vistosa lápida funeraria para el cine tal como lo habíamos conocido, el responsable de traernos esta película de Orson Welles que hasta hace poco pensábamos que nunca íbamos a ver. Y nos ha llegado como eso, como un objeto del siglo XX que la última gran ola de una era anterior ha arrastrado hasta la orilla. Nos llega, eso sí, bien pulida y niquelada. Diría que absurdamente, pero debemos acostumbrarnos a que estas cosas sucedan de vez en cuando. El objeto vintage que ya a nadie le importa pero que queda bien en la estantería y que muestras de pasada a los invitados. Porque a muy poca gente le importa Orson Welles en estos tiempos y mucho menos lo que este tuviera que decir con su último gran proyecto. En su día hubiera ocupado portadas en las principales revistas de cine, hoy el único ruido que ha hecho tiene más que ver con que lo promoviera el gigante del streaming que otra cosa. Desde el principio sentí rechazo hacia toda la operación de traer al mundo The Other Side of the Wind. Estas cosas nunca salen bien. Me cabreaba ver a cuatro matados celebrar en las redes que esto ocurriera. Imbéciles, pensaba. Muerto Orson la operación sólo obedecía a un interés pecuniario de sus herederos y a las ansias de protagonismo de algunos de los implicados en la película. También pensaba que a Orson, desde ahí arriba le fastidiaría ver todo el circo montado y lo peor, ver cómo tantas manos intentaban darle la forma de película a todo lo que él rodó. Luego pensé que no, que a Orson se la traería bastante floja, porque dejadme que os diga una cosa, a los muertos no les importa un carajo lo que pasa en este mundo.

sin título-1

Ciertamente la película es un desastre, sólo inteligible para los fan-fatales de OW. Los que no lo sean sólo verán un magma de imágenes mareantes regadas por torrenciales diálogos incomprensibles puestos en boca de actores en la senectud. Un artefacto de dos horas duro, duro de ver hasta el final. Los más pedantes dirán que es una obra maestra, los más sensatos le darán al stop a los pocos minutos. Es preciso para poder disfrutar de The Other Side of the Wind estar bastante puesto en las vicisitudes tanto personales como profesionales de la vida de Orson. Sin esas pistas uno estará perdido, frustrado, enfadado. Stop! Stop! Stop!

No digo que los implicados no se hayan esmerado en el montaje de un material tan vasto, pero este empeño estaba condenado a traer al mundo al monstruo de Frankenstein antes que una película de Orson Welles. No está aquí su prodigioso sentido del ritmo que apuntala tan sólidamente su filmografía. El equilibrio entre todos los elementos en juego se viene abajo constantemente. La película se levanta, tropieza y cae. Cae una y otra vez. Su único valor objetivo es mostrarnos todo ese material que permanecía oculto, vislumbrar algún destello de lo que la película podía haber sido si el mago hubiera hecho su magia. Una magia capaz de salvar las peores actuaciones, como las de Oja Kodar o Peter Bogdanovich. Hay que concederle que la película se mantiene en la senda de lo que Orson se propuso y aún descarrilando consigue que visualicemos lo que The Other Side of the Wind podía haber sido.  Antes de cumplir los veinte Orson, el genio, rodó una parodia del cine surrealista tipo El perro andaluz. Al final de su vida quería hacer lo propio con ese cine de autor encumbrado por los críticos. Aquí quería reírse de los Antonioni, Godard, Bertolucci, de los advenedizos que se acercaban a él con dudosas intenciones, de críticos de cine como la repelente Pauline Kael… Quería darse ese gusto y mucho más. El personaje de John Huston, Jake Hannaford es el mismo Orson con una máscara. Y ya lo dijo Oscar Wilde, dale a un hombre una máscara y te mostrará su verdadera cara. Todo el juego orquestado por Orson era tan ambicioso como querer dominar la gravedad, pero ¿no es eso lo que hacen los magos?

Es todo ese juego de máscaras lo que más me ha hecho disfrutar de la película. Ver el profundo descaro de Orson al evocar anécdotas y personajes de su vida. La mejor escena es aquella en la que aparece el Dr. Bradley Pierce Pease Burroughs, claro impersonator de Roger «Skipper » Hill, el mentor de Orson durante su primera adolescencia en la Todd School for Boys. Con la máscara puesta se atreve a decir lo que había negado tantas veces. Y perdonadme si ahora peco de hermético pero las reflexiones más personales y más profundas me las guardo para mí, porque quiero y porque no es este su lugar. Quizá algún día me ponga a desgranarlas como hice en Querido Orson. Antes tengo que ver unas cuantas veces más la película y también el fabuloso documental They’ll Love Me When I’m Dead.

Curioso cómo estando en contra de toda esta operación tan diabólica ha terminado siendo una experiencia valiosa. 

Lo mejor que he visto en 2018 (Parte II)

Posted in Movies with tags on 11/12/2018 by doctorinsermini

The Green Fog (2017. Guy Maddin, Evan Johnson, Galen Johnson)

GREEN FOG 3GREEN FOG 1

Si este blog tiene algún propósito no es otro que transmitir la idea de dejar que el cine te explote en la cara. Por todo esto he disfrutado enormemente un artefacto como The Green Fog, en el que Maddin y su equipo ordenan imágenes de películas y series ambientadas en la ciudad de San Francisco, para componer un sincero homenaje al CINE así en mayúsculas y a una estética retro que a mí, como a los que han hecho la película me rechifla. Con The Green Fog el cine te explota en la cara y eso hay que aplaudirlo siempre.

Seguir leyendo

Lo mejor que he visto en 2018 (Parte I)

Posted in Movies with tags on 06/12/2018 by doctorinsermini

Este año he visto más de 220 películas. Como digo siempre esta es la espuma que aparece al agitar la playlist de 2018. No busquéis obras maestras, pero sí emoción, grandes momentos y ese algo único.

Patterns (1956. Fielder Cook)

vlcsnap-2018-12-03-16h58m37s067vlcsnap-2018-12-03-16h56m41s308

Rod Serling adapta al cine su propia obra teatral homónima que describe lo implacable y horrible que es el trabajo en una gran corporación. Nada que no supiéramos ya pero muy bien construido y con una intensidad creciente que se disfruta mucho. Puede verse como un episodio de terror verité de Twilight Zone, de unos concisos 80 minutos. Y sale Ed Begley, posiblemente el mejor actor del mundo.

Seguir leyendo