The Captive City (1952) es un film noir dirigido por Robert Wise que cuenta la cruzada que emprende un modesto periodista (John Forsythe) contra las bandas mafiosas locales de la pequeña, idílica, ciudad ficticia de Kennington, paradigma de todas esas ciudades americanas donde la vida es agradable y en apariencia luminosa. Es difícil verla sin acordarse de Blue Velvet, pues la película de Lynch perfectamente podía haber usado The Captive City como manual de estilo a la hora de recrear la lynchiana Lumberton. Hay ecos constantes entre las dos y de lo que hablan es básicamente lo mismo, la sordidez y el mundo violento que esconde la ciudad tras su fachada de luz y armonía.