¡Señor! ¡Sí! ¡Señor!

He visto El Sargento, una olvidada película de los 60 dirigida por John Flynn que aborda el espinoso tema de la homosexualidad en el ejército. Y vosotros diréis, ¿merece tal película un post? ¿merece siquiera unas líneas? Pues sí, amigos, las merece, porque más allá del tratamiento algo trasnochado que hace del tema, la película consiguió emocionarme y ponerme los pelos de punta en más de un momento. Tal fue mi sorpresa que, muy animado, estaba decidido a hacer un post al estilo de los Gangsters Maricas, que pensaba titular Militares Maricas, pero al final vi que aquello era una entelequia, que el tema no daba para tanto y que la otra GRAN película sobre militares maricas de la que pensaba hablar era la enorme Reflejos en un ojo dorado, de John Huston, adaptación de una novela de Carson McCullers. Los que la habéis visto sabéis que es mucho más que una película sobre un militar gay.

Una vez revisada me pareció estúpido reducirla a un mero cliché, así que nada de Militares Maricas por el momento. Como mucho aprovecho para lanzar el guante a quien lo quiera recoger para que haga ese post, que a fin de cuentas me encantaría leer. De momento me quedo con El Sargento.

Un año después de que Brando diera vida al Mayor Weldon en Reflejos en un ojo dorado, Rod Steiger se metió en la piel del Sargento Callan, un personaje complejo en una película de contenido fuerte que parecía ideal para él, que venía de ganar el Oscar por En el calor de la noche. El papel olía a Oscar, pero como sucedió con Reflejos, la Academia pasó de ella. No estaba preparada aún para premiar películas que insinuaban que había mariconeo en las tropas de la Armada Americana. Por otra parte es curioso el caso de Rod Steiger, un actor ganador del Oscar y nominado unas cuantas veces más al que casi nadie recuerda, simplemente porque no era el típico actor guapo. Sin embargo en El sargento volvió a darlo todo una vez más. En la película interpreta a un militar ya madurito, curtido en mil batallas y condecorado con todos los honores en la Segunda Guerra Mundial que verá como todo su mundo empieza a desmoronarse cuando es destinado a una base americana del norte de Francia. Allí conoce al cadete Swanson – interpretado por John Phillip Law– y cegado por los encantos del que fuera el ángel de Barbarella, lo convierte en su secretario personal.

Como podéis imaginar no pasa mucho tiempo hasta que el Sargento empieza a perder los papeles y a llamar a su nuevo subordinado Swanny. Pero claro, Swanny tiene una novia, una francesita modosita y eso no le gusta nada al Sargento Callan. El drama está servido, un tira y afloja entre el sargento y el cadete que no puede terminar bien.

¿Quieres Coca-Cola?

No voy a destriparos los highlights de la película, que los tiene, ni a contaros si al final Callan y Swanny se enrollan, quizá lo haga más adelante con más tiempo y menos calor. De momento lo dejo aquí. Mi recomendación calenturienta para este verano, El Sargento, un must absoluto para fans de Rod Steiger y John Phillip Law. Uf, qué calor!

5 respuestas to “¡Señor! ¡Sí! ¡Señor!”

  1. No la conocía. Tiene muy buena pinta!

  2. elhombreconfuso Says:

    No nos dejes así, doctor, queremos post de Reflejos en un ojo dorado!

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